La abstracción eidética es ir a las cosas mismas, a la esencia del fenómeno, a las ideas y todo lo relacionado a ellas. El término eidético es de origen griego viene del vocablo griego “eidos” que significa “forma” o "aspecto".
Cuando Husserl propone la reducción eidética en fenomenología, se refiere a señalar los aspectos esenciales (ideales) de una vivencia. La reducción eidética consiste en apartar todo lo que no es dado en la pura esencia del fenómeno. En esta fase, el fenomenólogo busca las esencias, el conocimiento intuitivo de la vivencia, invitando al sujeto de estudio a recordar cosas oídas, sentidas, y/o vistas con un nivel de detalle muy preciso. Es una abstracción ideal al estilo Platónico, referente a ir a la esencia de las cosas y contemplarlas.
Mientras que la abstracción conceptual se refiere a la existencia o presencia de la cosa, codificada o representada simbólicamente, para que a través del lenguaje pueda ser comprensible. La idea se convierte en un código o una representación a través de un símbolo con sus respectivas propiedades, cuya concepción es más Aristotélica pues se fundamenta en datos empíricos, convirtiéndose en un modelo simbólico abstracto de la experiencia vivida.
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