Nuestros valores y relaciones: el cuadrante inferior izquierdo
¿Qué es una relación? Quiero decir, realmente ... ¿qué es una relación?
¿Es el simple hecho de que nos sentemos uno al lado del otro? ¿Es que intercambiemos sonidos mientras hablamos entre nosotros? ¿Es solo la física de nuestros labios tocarse cuando nos besamos? ¿Es solo tu comportamiento mirándome fijamente mientras hablo de algo importante?
No. Las relaciones no son ninguna de esas cosas. Ahora, más exactamente, esas cosas son todos aspectos externos que podríamos asociar con nuestras relaciones: nuestro comportamiento, nuestras posiciones corporales, nuestra actividad física, nuestra proximidad entre nosotros, pero no son realmente lo que hace que una relación sea una relación.
Podría besar a un extraño y no sentir nada. Podría estar junto a personas en Disneylandia con las que no tengo una relación. Podría mirar a personas en una cafetería y no relacionarme con ellos. Y así sucesivamente.
Las relaciones realmente no "viven" en los cuadrantes exteriores. Viven en el cuadrante inferior izquierdo, el cuadrante colectivo-interior que es el dominio de la "intersubjetividad".
"Intersubjetividad", como cuando uno dice, tenemos que compartir una experiencia subjetiva...compartir un tema: no solo un tú, y no solo un yo, sino un verdadero, serio, sorprendente y poderoso nosotros.
Si no compartimos una experiencia subjetiva, si no tenemos mutualidad, si no nos relacionamos dentro de nuestra interioridad de una manera que sea mutuamente resonante, bien podríamos ser extraños haciendo cola en Disneylandia.
Y aquí está el asunto: una vez que nos damos cuenta de que el cuadrante inferior izquierdo es donde vive nuestra mutualidad con los demás, podemos ver todas las otras cosas que viven en el interior de nuestras vidas colectivas:
Nuestros valores compartidos con las personas en el trabajo;
El valor colectivo que nuestra cultura debe asignar a la música que está de moda en Spotify;
Los valores y los gustos que impulsan una tendencia de moda que estalla en la Semana de la Moda;
Los hashtags, los memes, el vocabulario emergente, las peleas políticas, las vacaciones familiares ...
...una y otra vez, estamos inmersos en este dominio de valores, comunicación y normas compartidas constantes, asombrosas y frustrantes.
Todo esto está vivo a través de la lente del cuadrante inferior izquierdo.
Comunión, no propiedad
No es algo que podamos crear por nuestra cuenta. No puedes crearlo por tu cuenta. No puedo crearlo solo.
El único momento en que surge es cuando dos criaturas sensibles entran en unión...comunión.
Ahora, para ser un poco más precisos, tenemos una especie de comunión con extraños cuando estamos en Disneylandia. En el juego de pelota. En un bar. En la escuela. Ya sea que los conozcamos o no, compartimos la sensación de que estamos enredados en un conjunto de culturas en constante cambio, cada una con sus propios valores, muchas con su propio idioma, gestos, normas, rutinas y rituales.
Cuando vivimos una vida integral, trabajamos muy duro para asegurarnos de que haya muy pocas culturas en cualquier parte del mundo con las que no podamos relacionarnos de alguna manera, por mínima que sea.
Integral se trata de "estar en casa en el universo"
Desde los terroristas más locos hasta los pasatiempos más extraños, siempre deberíamos poder ubicar algunos valores más profundos en nosotros mismos que impulsen la cultura específica en torno a la cual se han formado esas tribus.
Y para hacer eso, debes practicar tomar conciencia de tu perspectiva inferior izquierda.
Pasa algo de tiempo hoy y los próximos días notando las diferentes tribus y culturas por las que caminas: en el trabajo, en el hogar, en la iglesia o en la mezquita, cuando miras televisión, donde quiera que estés, ve si puedes encontrar ese punto de resonancia dentro ti mismo.
Puedes encontrar esto realmente difícil.
Es posible que desees rechazar lo que estás viendo o sintiendo mientras haces esto.
Pero mira si puedes quedarte con eso. Vea si puede encontrar alguna verdad válida, no importa cuán pequeña o parcial, en cada tribu o cultura que esté viendo.
Vea si puede honrar los valores, la fuente de mutualidad, que está impulsando esa cultura, ese grupo de personas o esa relación.
Te sorprenderán las puertas que se abren dentro de ti. Te sorprenderá lo diverso que es el mundo y, sin embargo, cuán fundamentalmente comunes se vuelven nuestros valores a medida que descendemos a nuestras estructuras más profundas. Y encontrarás mucha más libertad a medida que caminas por un mundo que se está volviendo más complejo y más fragmentado en la forma en que se expresan esos valores más profundos.
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